MEDIDOR ANALÓGICO DE RESISTENCIA

  • ID Museo485
  • GrupoInstrumentos de medida
  • SubgrupoEquipos de Verificación
  • FabricanteAEG
  • País de origenALEMANIA
  • Fecha1887-1940
  • Alto19.5cm
  • Ancho11cm
  • Largo7cm
  • Caract. técnicas250 V
  • MaterialMETAL, CUERO, PAPEL

Medidor de resistencia en caja de metal análogico, fabricado en Alemania por AEG, con multiescalas: x1 x10 x100 y x1000. Material utilizado hierro y cristal. Se presenta en estuche de cuero y lleva cuadernillo de instrucciones. Donado por BAÑUL SOLER

Un óhmimetro u ohmiómetro es un instrumento para medir resistencia eléctrica. Está compuesto de una pequeña batería con voltaje fijo de corriente contínua, funcionando como galvanómetro, además, permite medir la corriente que circula a través de una resistencia.
La historia de Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft (General Electric Company), más conocida en el mundo como AEG, tiene más de 120 años y raíces no solo en herramientas eléctricas e ingeniería, sino que tuvo un papel formativo al fundar un campo de diseño industrial mediante su contacto con el talentoso diseñador alemán Peter Behrens.

Inicialmente fundada en 1883 como la Deutsche Edison-Gesellschaft (DEG), la empresa adoptó el nombre de AEG en 1887. El fundador Emil Rathenau (1838-1915) fue un perspicaz impulsor de la eficiencia y fue uno de los primeros en traer una línea de montaje a Alemania. Un hombre que no le importaba trabajar 15 horas seguidas, Rathenau impulso la evolución de la empresa en el campo de la electro-tecnología, encargándose de innovar y racionalizar el proceso industrial.

Los primeros productos de AEG fueron bombillas. La empresa también estaba investigando el potencial de los diferentes aparatos eléctricos. A finales del siglo XIX, Alemania estaba industrializándose rápidamente. La producción de carbón, hierro y acero comenzaba a rivalizar con el Reino Unido, el líder industrial. La construcción naval estaba prosperando y se inició la industria automovilística. El país se estaba convirtiendo en un pionero en nuevas tecnologías de la industria eléctrica.

Con la industrialización, se vio la necesidad de mejores herramientas para ayudar a la construcción de navíos, coches y maquinaria para alimentar la revolución industrial, creando una nueva oportunidad de mercado. Esta mejora no solo ayudaría a AEG como una potencia industrial creciente en ingeniería eléctrica, transportes y aparatos domésticos, como también abrió camino para la creación de otras empresas de estos productos. En 1898 se lanzó el primer taladro eléctrico portátil, pesaba 7.5 kilos y podía hacer agujeros de hasta 6mm en acero. Aportó movilidad a un mundo de montaje industrial y mostró ser una innovación dinámica. Al inicio del nuevo siglo, las herramientas eléctricas de AEG se habían vuelto productos mundialmente conocidos, estableciéndose el compromiso de fabricar herramientas eléctricas de alta calidad, para uso profesional en construcción, madera y uso industrial.