Bombillas de tungsteno

Las lámparas incandescentes, comúnmente llamadas bombillas, son dispositivos eléctricos que producen luz mediante el paso de una corriente eléctrica a través de un filamento de un material resistente, que se calienta y genera luz incandescente. El filamento se contiene en un bulbo de vidrio, al vacío o con un gas inerte, para evitar la oxidación y el deterioro del mismo.

Hoy en día las lámparas incandescentes están obsoletas y no se fabrican por ser menos eficientes que otros modelos, pero hasta hace pocos años fueron el sistema de iluminación eléctrica por excelencia. La forma y los materiales con las que se fabrican han ido variando a lo largo del tiempo.

Las primeras bombillas que se comercializaron con éxito fueron las patentadas por Joseph Swan y Thomas A. Edison en 1880, y usaban filamentos de carbono. A partir de inicios del siglo XX se empezó a usar tungsteno (o wolframio) para el filamento, un metal más resistente y eficiente que el carbono.